el último día en madrid no ahorramos nada con el carnet de prensa. por el contrario, nos gastamos todo lo ahorrado en una cena romántica en lugar bello.
un jardín vertical, al lado de un espacio de co-working que nos gustó. con lockers en madera para cada persona, libros y útiles compartidos, y el espacio de trabajo.
y acá el patio maravillas, espacio liberado sí, pero siempre que pasamos, cerrado. una pena.
otro pariente beibigatuno, en las muy palermitanas tiendas de malasaña.
y acá una curiosidad. una de las exposiciones más interesantes y politizadas la encontramos en el mercado más chic de chueca. A ver, lo explicamos de nuevo: en este mercado,
a puro diseño

y productos gourmet
(y cuando decimos gourmet decimos realmente gourmet)
acá mismo esta sala de exposiciones
donde dos artistas alteraron íconos típicos de las calles madrileñas, como los letreros, y las citas de grandes autores españoles en las aceras:
Y con eso, nos vamos para Budapest. Hasta la proxima amiguillos!
















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